viernes, 5 de octubre de 2012

Disfunción sexual también afecta a las mujeres



Por Pamela Aboytes

La disfunción sexual femenina existe y es más común de los que parece. Según pruebas recientes, los problemas sexuales en las mujeres son más frecuentes, en Estados Unidos el 43% de las mujeres entre 18 y 59 años ha experimentado algún tipo de disfunción sexual a lo largo de su vida.

De acuerdo con el Departamento de Urología y Psiquiatría de la Universidad de California, aproximadamente el 40% de las mujeres nunca ha buscado un tratamiento.

La psicóloga Cristina Martínez, asesora de la Asociación Española para la Salud Sexual, explica que desde el punto de vista psicológico y emocional, la mujer tiene una sexualidad más compleja y su experiencia en ella está estrechamente relacionada con los mensajes sociales y culturales que recibe.

Los tipos de disfunción sexual presentados en el sexo femenino son:

* Disfunción del deseo. Se presenta en momentos concretos de la vida como el embarazo, el parto, la lactancia y la menopausia. De igual manera, con intervenciones quirúrgicas, desarreglos hormonales, diabetes, cardiopatías, esclerosis múltiple, enfermedad de parkinson y la depresión. Estrés, cambios de humor, obesidad, cansancio, episodios sexuales traumáticos y el consumo excesivo de alcohol y tabaco.

* Excitación sexual. La ausencia de ésta puede derivarse de algunas enfermedades como diabetes, enfermedades coronarias o aterosclerosis, por un poco o inadecuada estimulación por parte de la pareja o por una alteración hormonal.

* Dolor. Puede ser provocado por enfermedades inflamatorias de la pelvis, cirugía ginecológica o pélvica, radioterapia para tumores ginecológicos, tumores uterinos o vaginales, endiometrosis, infecciones en el tracto urinario, quistes de ovario, síndrome de intestino irritable, falta de lubricación o alguna infección de transmisión sexual.

* Orgasmo. La dificultad para alcanzarlo se clasifica en dos, las primarias corresponden a aquellos casos en los que nunca se ha tenido un orgasmo y las secundarias, cuando se ha alcanzado el orgasmo pero luego se ha tenido una dificultad. Generalmente, tiene un origen psicológico pero también se le asocian condiciones médicas como el riego sanguíneo y las terminaciones nerviosas en el clítoris.

Según el Centro Médico para la Sexualidad Femenina en Estados Unidos, los problemas sexuales son resultados de factores físicos y emocionales. Cuando una condición física es diagnosticada, se puede tratar con facilidad y en un periodo corto. Mientras que, los factores psicológicos se resuelven con terapia y de tratamientos de largo tiempo.

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